CENSURA DE PRENSA - BOLIVIA

Ratificados en su mandato el Sr. Evo Morales, ataca, al mejor estilo, al que nos tiene acostumbrados, presiono política y administrativamente a la cadena televisiva “Cadena A”, cuyo equipo de prensa, fue en su momento crítico su gobierno.
Burda, demasiado basta, la maniobra, despiden al Jefe de Prensa, de esa Cadena Televisiva, Jorge Tejerina, con una carta de aviso, entregada en su domicilio.
Algo similar ocurre con otro periodista de ese medio el Sr. Juan Carlos Arana.
Presionan, para sacar del aire un programa de análisis de noticias, que tenia contratado en esa cadena, el horario estelar, nos referimos a Carlos Valverde Bravo, en “Sin letra chica”.
Hace poco tiempo los cañones apuntaron a otro medio escrito el matutino “La Razón” renuncia obligada de su Director el Sr. Grover Yapura y de su columnista editorial el Sr. Humberto Vacaflor.
Parece que la libertad de prensa y de opinión no son del agrado del partido oficialista, ahora cualquier periodista tendrá por lo menos medir sus opiniones, por temor a ser inmediatamente despedido u otro tipo de represalias.
El Sr. Iván Canelas, portavoz oficial en declaraciones realizadas a ERBOL, sostiene que en Bolivia no solo existe “libertad de prensa, si no libertinaje”, justificando el razonamiento en que algunos periodistas amenazaron de muerte al actual Jefe de Estado y nuevo líder Espiritual del Estado Plurinacional de Bolivia.
La pregunta, si el Sr. Canelas, medito en la seriedad de estas temerarias afirmaciones, si existe un periodista que hubiese cometido tal acción, este cometió un delito de orden penal, el Ministerio Publico debió tomar acciones de inmediato.
Lo cierto es que molesta al oficialismo que algunos miembros de la prensa, sostengan sus opiniones como lo refiere el mismo Ministro de Estado Sr. Iván Canelas, con algunos “ajos y cebollas”, interjecciones que enriquecen al idioma Español, un carajo, a tiempo es mucho más expresivo que media hora de locución.
Es la manera cotidiana de expresión popular, en muchas regiones del país.
Cabe preguntarse es que es lo peor para la nación, si limitar la “Libertad o libertinaje” de prensa y con ello la libertad de expresión o permitir que la censura previa, sea esta explicita o por temor a represalias, encubran actos de corrupción política y de gestión de gobierno.
En todo caso es dable concluir que dentro de los pasos imprescindibles para imponer un gobierno totalitario, esta la censura de prensa, establecer límites a la libertad de expresión, luego asegurar el manejo de los Sistemas de Administración de Justicia.
Por lo menos en el nuevo Estado Plurinacional de Bolivia, aquella regla se está implementando, con prontitud y diligencia.
Por: René Ichazo Paz.