MEMORIA HISTORICA - UN PASADO, UN PRESENTE - BOLIVIA

Un 17 de julio de 1980, 09.30 de la mañana, en mi oficina, en la Avda. 16 de Julio de la Ciudad de La Paz, recibimos un llamado telefónico de urgencia, se trataba del esposo de una de mis colegas, político de la alta dirigencia de Acción Democrática Nacionalista “ADN”, quien con apremio nos dio la instrucción, “cierren la oficina, que hay un golpe de estado” , miramos la vitrina , el tráfico normal, comentamos despreocupados, dice que hay un golpe de estado.
Era una época de convulsión, en Bolivia, vivíamos a diario crisis políticas, quizás ese fue el motivo de tomar tan a la ligera la información, recibida, un mes antes corrió el mismo rumor, un “Golpe de Estado”, el CONADE una agrupación de partidos políticos y dirigentes sindicales, se reunió de inmediato, ordenando la paralización total de país.
Para complementar el cuadro, retrocederé la memoria al 31 de noviembre de 1979, en La Paz, se festejo, por primera vez se habría obtenido un claro reconocimiento de la Organización de Estados Americanos, reunida en esta ciudad, que emite la resolución sobre el derecho de Bolivia para recuperar sus costas en el pacifico, territorio, en poder de Chile, hace 100 años.
Toda la sociedad trabajo arduamente en dar brillo a esta asamblea, apoyando a un lúcido Presidente Dn. Walter Guevarra Arce, a su brillante y entonces muy joven Canciller.
A las 02.30 Hrs, del 01 de noviembre, las tanquetas salieron a la calle, en un golpe de estado, propiciado por el entonces Cnel. Alberto Natusch Busch, cuyo paso por el gobierno fue efímero, solo 17 días, de intensa, fratricida lucha, por primera vez el soberano (el pueblo) no acato, resistió valiente, silenciosamente, al punto de no permitir la consolidación de este gobierno.
Esos días cada madrugada, uno recibía el bando militar,” aquel que no asistiese a su fuente de trabajo, quedaría automáticamente despedido”, asistíamos, en menos de una hora los bloqueos, las barricadas, , las tanquetas, los tanques, los enfrentamientos.
Todos nuevamente a sus domicilios, sin poder abastecernos, de lo mínimo necesario, el trueque entre vecinos, fue la salvación, aquel que tenía un poco de harina, la compartía, a cambio recibía, unos huevos, un queso, un poco de arroz, los noticiarios abrumadores, la realidad transmitida por teléfono, una cadena solidaria impresionante.
Por ello podrán entender del porque, tomamos la noticia con tanta tranquilidad, en realidad la había escuchado, antes en el taxi camino a la oficina, que la guarnición militar en Trinidad se habría levantado en armas, para derrocar a Dña. Lidia Gueiler Tejada, el chofer con una total tranquilidad cambio el dial, en busca de música, comentamos, es un golpe; ya estábamos tan acostumbrados a la banda militar, a la emisión de comunicados de la Fuerzas Armadas de la Nación, Institución Tutelar de la Patria, como ellos se autodenominaron.
Observaran el gusto y tradición de utilizar títulos rimbombantes, para de autodefinirnos, en búsqueda de justificativos, a nuestra conducta.
Bueno, retornemos al hilo de la nota, adoptamos alguna previsión, el encargo de ir al banco a sacar el dinero posible, pasar por el video club y rentar películas, los encargados de la misión, por supuesto los varones de la oficina, Fernando y Yo.
Salimos, un par de cuadras recorridas, observamos varias ambulancias, repletas de gente, llegaron al edificio de la Central Obrera, frente al cine Monje Campero, vimos bajar de ellas un grupo de personas armadas con metralletas, de chamaras de cuero, negras; comente Fernando, milicias en la COB, nos acercamos, de inmediato apuntaron hacia el segundo piso e iniciaron los disparos, vimos sacar gente con los brazos en la cabeza y dos cuerpos ensangrentados, y partieron raudamente.
Ayer 09 de julio del 2009, la Jueza Estadounidense, Denisse S. Slavin, ordeno la expulsión y repatriación del Tte. Cnel. Luis Arce Gómez, uno de los jefes operativos del golpe de estado del Gral. Luis García Mesa.
Fue su Ministro del Interior desde esa fecha, hasta el mes de febrero de 1981, su destitución debida, a un reportaje de Michael Wallance, en el programa 90 minutos, que puso al descubierto, lo conocido, vinculaciones de gobierno en el narcotráfico.
Luis Arce Gómez, enfermo, muy avejentado, una figura distante de aquel personaje altivo, encaramado en el poder, que gustaba de jugar con el temor y terror de las personas, me hizo pensar, en que el poder no es eterno, que la justicia tarda pero llega, que si tiene brazos largos, recordemos que fue en Santa cruz, en una hacienda a cuatro kilómetros de la ciudad, al norte, que un 10 de diciembre de 1982, fue preso, deportado a EE.UU, país en el que encaro un juicio por vínculos con el narco-trafico, cumplió una condena, ahora le toca cumplir una segunda en Bolivia por crímenes cometidos en el ejercicio de sus funciones como Ministro de Estado.
Treinta años, sin derecho a indulto.
Me resistí a escribir esta crónica, por diversas razones, lo hago por el simple hecho de la asombrosa falta de conocimiento que tiene nuestra juventud, de la historia reciente, de lo que nos toco vivir para recuperar la democracia, de la ira y frustración que uno sentía, cuando tenía que despachar vuelos completos, llenos de refugiados políticos, embarcados como animales en un bus, bajo escolta armada, de las lagrimas de los familiares, que anoticiados de su expatriación, trataban de ver así sea de lejos , a su ser querido, de la valentía y coraje del Dr. Rivera, que siempre en la tarde previa al vuelo, se comunicaba por teléfono, nosotros pasábamos la lista de expatriados, que nos era escatimada hasta el último momento, luego muy temprano en la madrugada recibíamos su alegre sonrisa y cientos de paquetes, con pasaportes, ropa, algo de dinero, cartas y quien sabe que.
Encargos que escondiéramos a bordo, para que sean distribuidos a los pasajeros, no bien el avión levante vuelo.
El consuelo de aportar en algo al alivio de estos valientes bolivianos, nuestro trabajo muy discreto casi clandestino, por supuesto.
Esos días mi hijo tenía meses de nacido, las cosas no estaban para bromas.
En palabras textuales de Luis Arce, “serian taxativos, aquel que complote, tendría que caminar con el testamento bajo el brazo”, cuan cercanos teníamos que estar para coordinar con algunos embajadores, la más pronta entrega de las listas, para pasarlas al valiente Dr. Rivera.
Recuerdo en especial a un Embajador de un país amigo, que tenia a varios refugiados en su delegación y se negó a pagar por su alimentación, de tal manera que nos toco en algún momento hacer recados de mercado y aprovisionar de comida a esa embajada.
Recuerdo que embarcamos también al Cnel. Emilio lanza, luego de su alzamiento armado contra el Gral. Luis García Mesa, su destino Roma, nuestra preocupación, recomendar un trato preferencial a bordo, pasarlo a “primera clase”, corto fue su viaje, no pudimos atenderlo como se merecía, en Lima, se encargo de despistar su vigilancia, retorno al país, para encabezar un nuevo levantamiento armado.
La tensión de esos días, el embarque de tropas con destino a Santa Cruz, en fin tantas historias, que no es el caso contarlas.
De casi 40 entrevistados estos días, muchachos menores a treinta años, no tenían idea de quien fue, Luis Arce Gómez, es que pueblos sin memoria histórica, corren el peligro de cometer los mismos errores, cuan cierta esta afirmación, cuan real, cuan parecido, extremadamente similar aquella lejana época, con la actual coyuntura, cuan idéntico el tenor de los mensajes, de la censura de prensa, de la soberbia, indescriptible de algunos ciudadanos en eventual ejerció del poder.
Espero, simplemente espero, que el mensaje enviado por la Sra. Jueza Slavin, sea correctamente leído por algunas autoridades de gobierno.
Por: Rene Ichazo Paz