COHECHO ELECTORAL - BOLIVIA

Una campaña electoral notable, no por sus características de programas, menos de proyectos, si no por lo burda y mal realizada.
La tónica fue de descalificación del candidato opositor, tanto así, que lo único que lograron es el hastió del ciudadano hacia la clase política, malestar que ya es un mal endémico boliviano.
Cuando podrán entender nuestros políticos, que lo importante para la población es escuchar propuestas, programas, no simples proyecciones; que el voto no es una mercadería que se encuentre en oferta al mejor postor.
El partido en función de gobierno, busca desesperadamente - y no sé porque razón exactamente - consolidar su casi anunciado triunfo electoral, las ofertas pasan desde regalar un ordenador personal a cada maestro, dotar de muletas o sillas de ruedas a las personas con alguna discapacidad física, pero bajo la condición que no hubiesen participado en las protestas realizadas para obtener alguna atención gubernamental.
Triste el caso ver que existen discapacitados y discapacitados, diferenciados únicamente por el color político, una realidad que también es extensible a todos los ciudadanos bolivianos.
Menciono que el partido en función de gobierno tiene casi cantado su triunfo electoral, no es una expresión de júbilo, es mas es una expresión de fracaso, parto del principio que el vencedor en las urnas, en una democracia representativa, debe ser el candidato que mayores meritos reúna, no aquel que sea el menor de los males.
Un tema que llama la atención es que se dio demasiada importancia a la figura del caudillo, sea el oficial o aquel de la tienda política opositora.
Endémico, en verdad, es que aun seguimos a las personas, no vemos principios, menos programas.
Los valores democráticos reales fueron tan distorsionados que hoy es difícil poder discernir entre una dictadura o una democracia, parece ser que de tanto jugar con palabras los conceptos se perdieron.
Bolivia, me temo que hoy es la mesa en la que se juegan grandes intereses, no solo hemisféricos, como se podría deducir con las permanentes e inoportunas injerencias del primer mandatario venezolano, al parecer existen algunos otros intereses políticos y económicos que distorsionan la realidad.
No es tan simple como deducir que es un proyecto bolivariano.
Aun la Corte Nacional Electoral, no hizo público el padrón electoral - otro secreto de estado o una caja de pandora-.
Por: René Ichazo paz