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miércoles, 21 de octubre de 2009

NARCO TRAFICO, TERRORISMO Y CAMPAÑA ELECTORAL - BOLIVIA

Cuando ya nos resignamos a ver una campaña electoral, al más puro estilo de una publicitaria -momentos coca-cola - nos llega un refrescante programa.
Es grato escuchar a dos personas con una visión clara de país, de la profunda crisis social, económica y de valores por la que estamos atravesando.
Evo, no debate, no puede hacerlo, cada acto de su gestión de gobierno, es cuestionable, por lo que no solo se limita, a evitar una sana confrontación de ideas, programas y conceptos, si no que merced a los ingentes recursos del estado, se ha dado a la tarea de tergiversar la realidad política, con un proselitismo – propaganda – que trata desesperadamente hacernos ver que cada fracaso, cada muestra de incapacidad de gestión pública, es un logro.
No hace falta, ni es suficiente, erogar cientos de miles de dólares en cuñas propagandistas que nos hacen creer que los caminos de Bolivia, no tienen un bache, que la gestión de la Administradora Boliviana de Carreteras “ABC” es impecable, una realidad que podemos constatar que es una falacia, con el simple acto de recorrer unos kilómetros, en cualquier carretera; algo similar vemos con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos “YPFB”, -base solida para el crecimiento-, cuyo principal logro es el de promover un campeonato intercolegial de futbol.
Es grato, lo mencione, escuchar la voz de uno de los candidatos, con clara visión de país, en una entrevista televisiva con el analista político Carlos Valverde, me refiero a Samuel Doria Medina.
Quizás el candidato de oposición con menor carisma, pero que indudablemente es un hombre capaz, preparado, frio, analista, que ama su tierra, y hasta donde sé, honesto, es que a veces hace falta algo más que simples parámetros de empatía al elegir un primer mandatario, no los elegimos por sus medidas, por su sonrisa, o por su nivel de simpatía personal, no estamos eligiendo una candidata a ningún concurso de belleza.
Estamos jugando el futuro de Bolivia.
En la entrevista mencionada, se tocan varios puntos, por supuesto el inevitable, las peligrosas relaciones en altas esferas de gobierno, con el terrorismo y el narcotráfico.
A decir de Samuel, el problema es urticante para las autoridades en función de gobierno, que buscan consolidar reales, prorrogar su mandato.
El tema inevitable, porque Samuel fue víctima hace 14 años de un secuestro, cuyo rescate permitió al MRTA, financiar la toma de rehenes en la Embajada del Japón en Lima-Perú.
Estos días sale a conocimiento público, merced a denuncias de la prensa peruana, que uno de los secuestradores, en libertad provisional, luego prófugo de la justicia, gracias a garantías dadas por la esposa de un Senador oficialista Antonio Peredo y por una de las altas asesoras de la Vice Presidencia de la República, ingreso nuevamente a Bolivia, con identidad y documentación Venezolana.
Se preguntaron de por qué existen indudables vínculos entre autoridades de gobierno boliviano, autoridades de gobierno venezolanas, y las organizaciones guerrilleras FARC y el MRTA, fácil deducir, es para todos innegable que son organizaciones que financian gran parte de sus actividades en el narco tráfico.
Es algo que deberán explicar con mayor claridad las autoridades gubernamentales no limitarse a simples declaraciones de prensa, a simples desgarros de vestidura, el pueblo espera mayor nivel de transparencia.
El tema de fondo es que con eslóganes no se logra hacer proselitismo, que Evo de nuevo, o en Evo se confía, perdón…., es en Sofía, en la que se confía, no es suficiente.
Por: René Ichazo Paz

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