PERFIL DE UN CANDIDATO A LA PRIMERA MAGISTRATURA DE BOLIVIA

Se ha comentado, quizás en demasía, la posible vinculación en los últimos actos de violencia política que hemos sufrido, la fuerte presencia de carteles de narcotráfico.
Es evidente que, la permisividad del actual gobierno en el control de la producción de la hoja de coca, y la laxitud de la lucha contra este flagelo, han sido propicios al desarrollo de esta ilícita actividad.
Es sorprendente ver que pese a ello, la cantidad de droga incautada en lo que va del año, supera en mucho, al de toda la gestión pasada, quizás con la salvedad de la calidad, de la droga incautada, que no solo es simple “pasta base” (materia prima), en días recientes se desmonto un laboratorio de cristalización de cocaína, de gran capacidad.
Vincular estos hechos con el accionar del gobierno en este aspecto, linda en una simpleza preocupante.
Puede que exista algún tipo de relación, pero esta no pasa de ser funcional, el narcotráfico, tiene de por si características propias, que la experiencia indica que cuando un grupo deja de ser funcional, o por su exposición a la opinión pública es demasiado peligroso a sus intereses, simplemente prescinde de él.
Dn. Francisco de Goya y Lucientes en su última morada, a orillas del rio manzanero, allá por los años 1819, decoro su hogar con una serie de pinturas, que se denominaron, como la serie de “pinturas negras” por sus características en el uso del color blanco y negro, y ciertos tonos castaños o dorados verdosos, plenos de puntos oscuros, que reflejan su pesimismo, sombrío, su idea de la maldad humana, de la crueldad ciega y de la inútil esperanza.
Me refiero en especial a una de ellas, “Saturno devorando a su Hijo”, obra impresionante, de tal crudeza, que refleja con exactitud el accionar de estas agrupaciones delincuenciales, que sin miramiento alguno se desprenden de aquello que deja de serles funcional a sus objetivos primarios.
Es indudable e irrefutable la presencia activa, cada día más fuerte de carteles internacionales, dedicados a este ilegal, comercio.
En una de mis notas anteriores, manifesté preocupación por la falta de acciones, del alto mando militar de las FF.AA de la nación, al permitir el ingreso no fiscalizado, de varios cargamentos de fusiles de asalto, unos 30.000 aproximadamente, tipo AK-47 de origen Ruso, cuyo destino final aun es una incógnita, de equipos de radio-comunicación, embarcados desde Venezuela.
La compra de 40 vehículos tipo camionetas por parte de la Embajada de ese país, libre de impuestos, con el propósito de ser entregados a las seis federaciones de productores de hojas de coca del trópico Cochabambino.
Mencione en aquella nota que serán las FF.AA, las responsables en su momento, de desarticular aquellas milicias armadas en formación.
Una larga introducción, necesaria por cierta, para establecer el perfil que debería reunir el candidato, a la Presidencia de la República, en los comicios a realizarse el próximo diciembre.
Deberá ser un personaje de alto carisma, fuerte personalidad y clara visión.
Deberá tener la capacidad de re- estructurar, la institucionalidad de Estado Boliviano, que la actual gestión de gobierno, dejo en ruinas.
Deberá tener la capacidad de lidiar con la fuerte oposición congresal.
Deberá, re-articular la unidad del Estado Boliviano, en cuanto a sus características geográficas y étnicas, se refiere. Desando a un lado y en el pasado definitivamente, el discurso de confrontación político tan hábilmente manejado, en la presente gestión de gobierno.
Deberá, tener la capacidad de manejar, propuestas y políticas económicas a corto, mediano y largo plazo, con visión de futuro, en procura de re-insertar a Bolivia, en el contexto mundial, de acuerdo a las corrientes económicas en vigencia.
Deberá, afrontar la re-fundación de la República, la modificación imprescindible de la NCPE, llena de contradicciones y elementos nocivos, para el desarrollo. Insertar en ella las expectativas autonómicas regionales, con visión y personalidad propia.
Deberá, tener la capacidad de lidiar con aquellos funcionarios electos, que la mafia del narcotráfico, inserte en el poder, que serán de diferentes tendencias políticas y un objetivo común.
Lo anterior en el corto tiempo denominado de “luna de miel” los primeros 100 días de gobierno.
La candidatura y el desarrollo de la campaña electoral, no puede ser confrontaciónal, sino más bien un sano intercambio de propuestas y proyectos.
Estos conceptos no son limitantes o una opción a que el actual mandatario, pudiese ser re-electo en sus funciones.
Por: Rene Ichazo Paz