«Primeramente, procuraréis con mucha diligencia las cosas del servicio de Dios, y que los oficios divinos se hagan con mucha estimación y honor y reverencia como conviene; ítem, porque Nos deseamos que los indios se conviertan a nuestra santa fe católica y sus ánimas se salven, porque éste es el mayor bien que les podemos desear, para lo cual es menester que sean informados en las cosas de nuestra fe, para que vengan al conocimiento della, ternéis mucho cuidado de procurar, sin les hacer fuerza alguna, cómo los religiosos que allá están los informen y amonesten para ello con mucho amor, de lo manera que lo más presto que se pueda se conviertan, y para ello daréis todo el favor y ayuda que menester sea...; otrosí procuréis cómo los indios sean bien tratados y puedan andar seguramente por toda la tierra, y ninguno les haga fuerza, ni los roben, ni hagan otro mal ni daño, poniendo para ello las penas que viéredes ser menester, y ejecutándolas en las personas que en ello fueren culpantes, y haciendo sobre ello los pregones y defendimientos necesarios».
No sabían los Reyes que aquí empezaría el “acátese pero no se cumpla”.
No sabían los Reyes, que aun a la fecha, esta norma, estaría vigente.
Afectando nuestra cotidianidad.
Nuestra política.
Nuestra percepción.
Nuestro sentido humanista.
La norma será válida, cuando convenga a intereses de la agrupación política en usufructo de la función de gobierno.
No existe el criterio de la universalidad en la aplicación de la Ley.
El populismo se ha arraigado, caracterizada por su aversión discursiva, más que real a las elites económicas o intelectuales, un rechazo a las agrupaciones políticas tradicionales (instituciones ideológicas), la constante denuncia de corrupción por parte de las clases privilegiadas, la constante apelación al pueblo “el soberano” como fuente de poder.
Entendemos como populismo aquellas medidas que adopta un político, en procura de mantener su nivel de aceptación.
La demagogia, en el discurso político, es frecuente, orientada a inducir emociones en los votantes para obtener su preferencia.
Hace algunos días escuche una definición, que hace a nuestra realidad, es la descripción del proceso, como un parto a la inversa, es decir que introducen a la madre, el bebe,
Se manejan conceptos tan brumosos, como el “Indigenismo” cuando en realidad, están definiendo el “Folclorismo”, poco o nada se ha estudiado sobre los orígenes ancestrales, que tanto gustan pregonar.
Para disgusto de algunos podríamos ver la etimología de la palabra “folclor”, del idioma ingles, “folk” (pueblo) y “lore” (acervo o conocimiento), la expresión de una cultura por leyendas, historia oral, supersticiones, costumbres, cuentos, música y bailes.
A que cultura estaríamos, orientando nuestras raíces
A la Incaica? Capital Cuzco que inicio su fase de expansión, conquista, por los años, 1350- 1380 con el reinado de Inca Rosa, y que culmino en 1532 con el reinado de Atahualpa.
La dominación de estas latitudes del imperio Inca, (Quechua), fue únicamente de 142 años previos al arribo de Cristóbal Colon a las Antillas, y 40 posteriores, totalizando 180 años.
O hablamos de la cultura de Tiahuanaco? quizás la madre de las civilizaciones americanas que inicia entre el año 1500 y 1.400 (a.C.) que colapsa alrededor de los años 1100 a 1200 (d.C.)
En el camino dejamos una etapa importante en nuestro quehacer diario, que es la conquista, que inicia un viernes 12 de octubre de 1492.
La republicana, que inicia el 06 de Agosto de 1925.
517 años de “sometimiento y explotación” para utilizar los terminología preferida de nuestro “Yo supremo”.
Por ello debo reiterar el concepto que una necedad, a fuerza de ser repetitiva no pierde su calidad.
Por: Rene Ichazo Paz
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